Náufrago invisible
perdido en el mar de tu grito.
Un incendio de algas arrasa la tarde,
el crepúsculo atormentado.
Todo se ilumina de estrellas,
llega la noche embriagada de luna.
Besan tus labios
pétalos blancos
mojados de lluvia.
El faro del silencio
descansa en tu mirada
destellos marinos.
Profundos maremotos acosan tu sangre:
tiembla tu piel dormida.
El faro enciende
una brecha distante,
olas eternas que atraviesan las rocas
llamaradas mojadas
que estallan en el aire.
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