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domingo, 17 de abril de 2011

DONDE MUERE EL SOL



Un pájaro besa la tarde,


el mar vigila el encuentro.


La espuma trae mensajes


de algas trasnochadas.


Criaturas nocturnas danzan


entre las estrellas.


El silencio de las piedras


recibe el anochecer.


La eternidad del mar


apenas nada.

LA NOCHE DE TAMBORES


El hueso lunar


alumbra con retazos.


Fantasmas crepusculares


vuelan sobre las olas.

EN EL PATIO DE GUSTAVO





María Calas suena en el Trópico


mi alma conmovida de gratitud


pliega sus alas


para reposar entre la fronda.


¡Cantan los pájaros!


Infinitos cantos:


un sismo de Paz


ha caído en la floresta.


La lluvia ha mojado las plantas


los mangos maduros


resaltan en las copas.


Trópico impúdico verde


todo es verde de todos


los verdes inimaginables.


Los árboles respiran la fragancia


que baja de los cerros cubiertos


de bruma selvática.


La gloria de los pájaros


¡Como cantan los turpiales!


Todo es un canto unificado


de tantos pájaros desconocidos por mí.


Canta la naturaleza, cantan las cigarras


cantan los grillos


canta mi corazón bendecido


por el murmullo tropical.


Cantan los ríos, cantan las olas del mar,


cantan las flores rojas azules amarillas


aletear de loros coloreando las nubes


croar de ranas metálicas.


Sensualidad de árboles que copulan


con sus raíces invertidas en savia


que recorre la hierba luminosa


mojada por el feraz aguacero


sagrado néctar que liban


los seres de la tierra.